Por Antonio Perdomo Rodríguez
¿Por qué nos empeñamos algunas Bisexuales en recalcar una y otra vez que no somos “viciosas” que no somos “promiscuas” que no necesitamos vivir con un hombre y una mujer a la vez, que podemos ser “fieles” y “monógamas”? Personalmente no entiendo este discurso me parece que seguimos intentando encajar dentro de la heteronormatividad, dentro de la normalidad heterusa y queridas mías, afortunadamente, NO SOMOS NORMALES, somos anormales, desviadas, abyectas, mestizas, bizcorneadas, tomates, algunas somos putas, viciosas, guarras, promiscuas, poliamorosas.
¿Por qué nos empeñamos algunas Bisexuales en recalcar una y otra vez que no somos “viciosas” que no somos “promiscuas” que no necesitamos vivir con un hombre y una mujer a la vez, que podemos ser “fieles” y “monógamas”? Personalmente no entiendo este discurso me parece que seguimos intentando encajar dentro de la heteronormatividad, dentro de la normalidad heterusa y queridas mías, afortunadamente, NO SOMOS NORMALES, somos anormales, desviadas, abyectas, mestizas, bizcorneadas, tomates, algunas somos putas, viciosas, guarras, promiscuas, poliamorosas.
No quiero encajar dentro de la
norma heterosexual, dentro de la norma que me impone una sociedad monosexista
que no me reconoce, que no me acepta, que me margina, que me niega. Mi realidad
es otra. Estoy un poco cansada de oír o leer que reproduzco mitos, queridas
todas, yo no reproduzco mitos, yo vivo mi vida como me sale del coño, follo
cuanto puedo y quiero, con quien me da la gana, soy poliamorosa, soy promiscua,
soy puta, vivo con un hombre y una mujer a la vez, y soy fiel, fiel a mis
principios, a mi étika, y a mis parejas, en definitiva soy feliz. Pero sobre
todo y ante todo SOY BISEXUAL, y vivo y llevo mi bisexualidad con orgullo.
Llegar a esta reflexión no ha
sido fácil, ha sido un camino lleno de tropiezos, de altibajos, de precipicios,
por los que en más de una ocasión deseé despeñarme. Pero al final el camino ha
merecido la pena, por fin me siento libre, liberada de esa opresión monosexista
que la sociedad y la norma heterusa me impone y que constantemente me recuerda
que me acepta, “como bisexual”, si soy
monógama, si follo lo justito, si
gestiono mis relaciones dentro de una moral hipócrita, vamos lo más “normal” posible.
He estado intentando encajar en
esa “normalidad” durante años y no lo he conseguido. Supongo que como muchas “transmaribibollos”
no lo he pasado bien durante esa época, intentar encajar una pieza redonda en
un puzle de piezas cuadradas. No quiero ir de víctima, no me va. Tampoco
quiero ni pretendo decirle, ni imponerle
a nadie como tiene que vivir su BISEXUALIDAD, cada una que lo viva como le
salga del coño. Solo pido que
reflexiones un poco antes de intentar encajar en un puzle que no nos
representa. Ah y por supuesto, no intentes encajarme a mí a empujones.
Así es como es... ¡Ea! Que habrá cosa más inútil que poner puertas al campo...
ResponderEliminarme gusta
ResponderEliminary a mi!
ResponderEliminar